sábado, 22 de septiembre de 2012

Límite...Límites.

Tengo un corazón tan delicado, tan perdido, tan escondido. A veces miro la confianza con la que todos guardan sus sentimientos en él, y por ende se convierte en el corazón de todos, se convierte en el refugio de todos, sin embargo, soy tan especial para elegir refugios, más bien, ciertas veces no creo que sea necesario uno, y si acaso lo necesito, sería mi propio corazón. 

Soy tan sensible, estoy hecha de cristal de azúcar, mis nervios no son de acero, mi mente no está entrenada para esas cosas, esas situaciones, con las cuales nunca he tenido contacto, nunca me he puesto a pensar en ellas, nunca las he escuchado, no sé que hacer, yo sólo recogo información de todas partes, sólo escucho, aprendo  y aplico. Pero cuando se trata de hacer algo por mí misma, de enfrentarme a eso desconocido que sólo me lleva a más tragedia,  no puedo evitarlo, y ahí me verán, débil, sin confianza, sin la creencia de una historia feliz, sin toda esa estupidez de que los sueños se hacen realidad. 

Y si los sueños se hacen realidad, ¿ Por qué la felicidad me hace daño? por que recuerdos extranjeros  me atacan, me usan, y me azotan, y me deshacen. ¿Saben por qué? me deshacen porque son vívidamente presentes, claros, y nadie los borra, por más feliz que seas, por más que ya no necesites de ellos, siguen TAN presentes. Y eso, eso es para morir.

No comprenderé por que me dejo llevar tan rápido por pequeñas situaciones , ¿será la utilización de las mismas expresiones?  será que las escucho para mí, pero no son mías, no es algo que sólo exista para mí, existe para siempre, pero nunca para mí. Estas expresiones no nada más se dirigen hacia a mí, cuando vienen a mí, también van para atrás, para atrás, para atrás. Soy especial...para atrás, para atrás, para atrás.



jueves, 20 de septiembre de 2012

Muerte a tus letras.

Y es ese fervor, cuando llega a tu cuerpo, el que te hace crear.
Y es ese fervor que no puedes contener al observar ciertas cosas,
Y es ese fervor el que te pica la moral y te vuelve cenizas,
Es ese fervor el cual todavía no controlo, el cual todavía no puedo hacer surgir a mis anchas,
¡Es ese fervor! ¡mierda! tiene que tocar a mi puerta cuando lo desee,  siempre.
Es ese fervor, el cual me llega en forma de competencia, nunca me había pasado,
Es ese fervor el que me ha demostrado que soy competitiva, y sobre todo con el arte.




No puedo permitir que irrumpas mi hogar, no me puedo permitir la falta de imaginación. Podré sentir un dolor fisiológico intenso, podrán arrancarme mis miembros de manera lenta y despiadada, pero eso no me dolerá más que el ver que otros se llevan mi creatividad, no, eso nunca, yo debo ser siempre mejor. Al final, es de las pocas cosas que me importan, y no me lo arrebatarán. 

Ahora te escribo a ti, sí, a ti, a tus historias les faltas tú.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Carta llena de gris.

Así que esta mañana me he despertado con dolor en mis huesos,  y un tumulto de gente gritándome desde adentro, también con una explosión, que me ha llenado de insensibilidad. 

Hola Santiago, me está yendo bastante bien desde tu visita, espero te encuentres muy bien. Hoy he decidido mandarte una carta, pero no cualquiera, en ella encontrarás esos sentimientos que aún estoy terminando de enterrar, lo que has leído al inicio de esta carta es el comienzo de lo único que escribí mientras me encontraba completamente perdida. No temas, me alegra el saber que la leerás y que no me juzgarás, pero sé que  alguien tiene que leerme el corazón, no importa en el estado en el que esté, y estoy segura de que tú eres esa persona.

... Y de esa manera espero continuar, con ese sabor amargo que ha tragado a mi alma débil, me he estado comiendo los postres quemados,  mis palabras que piden ayuda,  pero en mi estómago están mejor, no necesito escupirlas. Para la vida soy una mancha, y yo en ella me reflejo como...Simplemente no me reflejo.

No sé de dónde recogí este ir y venir, más nunca quedarse...Sólo sé que si pudiera elegir entre blanco y negro, escogería gris, que mi sabor se ha esfumado, que mis amigos me abandonaron, por que los sabotée, les fingí mi alegría y se dieron cuenta demasiado temprano. Me digo a mi misma que debo entender que tengo todo, pero ese todo ya no es algo, sino yo perdida, yo sin sentido. Yo con esta desigualdad, con esta malaventura. 

De ahora en adelante, ya no avanzaré, aunque se lea estúpido, simplemente, algo me ha acogido en sus brazos como si fuera su juguete favorito, mi familia dice que es porque soy adolescente, yo digo que es porque me he envenenado, porque me he cubierto con los escudos más baratos del mercado, porque de repente suceden las cosas, porque ya no me hablará. Su voz ya no escucharé. Efecto embudo, drenando mi felicidad y virtiéndola en un pozo de petróleo. Así que decido que mi existencia no es más, y que yo me he convertido en un vegetal. Sólo pido algo para escapar... voz, libertad. Me he estancado terriblemente, no me dejo continuar. Caminante no hay camino. Lo peor es que ni ando, ni estoy creando caminos.