lunes, 30 de abril de 2012

Adicción.

Esta madrugada he descubierto que me gusta analizar cómo soy, cómo vivo, qué me gusta, qué no me gusta,  me fascina analizarme, describirme, y dar vueltas en mí hasta que llego a la esencia de mi persona. Un descubrimiento tal vez predecible, pero en esta madrugada me tomó por sorpresa. 

Empiezo de lo más sencillo, como: Soy una chica alegre, sincera, sentimental, me gusta el rock y la música clásica,  me gustan las canciones fuertes y con guitarras poderosas, con letras de odio , no porque lo sienta, sino porque me gusta escucharles el odio a otros, en música soy igual de variable que todos. Soy una chica reservada, sí, admito que soy buena pretendiendo en ciertas situaciones que estoy bien, me juego sonrisas con aquellas personas que sé no importo mucho. Y así paso de lo más sencillo a lo más revoltoso, donde está mi gusto por la escritura de la cual  no tengo más que decir, sino  todo. Soy manipulable, extremista, me siento morir con mis días, ya sea de felicidad o curiosidad. Soy amante del pasado, mí pasado, el pasado de todos, tengo una necesidad de sentirme dichosa y gozosa cada que me cuentan pasados, y yo cuento el mío con el mismo placer,  las miradas del recuerdo, esas también me obsequian el sentimiento enfermo de placer, esas  respiraciones lentas,  y más cuando pasan por la calle llamada "El inicio de todo". Masoquista de pasados. Duele y me provoca éxtasis. 

Soy adicta a lo que conozco pero desconozco, sin importar la lógica en eso, en montañas donde crece una flora variable de manera brillante, de color diferencias, de sabor a visiones.


viernes, 27 de abril de 2012

Como tú, como yo.

Llega, explora, y después se acomoda, 
Contiene gárgolas, acantilados, y  suele  tomar forma de papel
Se contempla en el País de las Maravillas, pero se esconde en los suburbios
Escucha las historias de las hojas al caer, 
Escucha con regocijo los obstáculos enmelados
Enmelados con canciones agresivas.

Paracaídas hechos de flores,
 Sí, se avienta a la delicadeza de repente,
Sin saber que lo terrible se ensaña con los curiosos,
Y a veces se llega a esto, a una  confusión semántica.

Llega, como todo, puede llegar melancólico e irse empapado de felicidad,
o viceversa
No tarda, no espera, no miente
Te sabe comer, con un sentimiento de hospitalidad
Sólo por vez veces lo conoces,
Y sólo en  días despejados lo bebes, y bañas tu alma,
en una resignación perfecta .

En una expresión humilde y perfecta.











domingo, 22 de abril de 2012

Sin título.

Y se creyó que no sucedería, que la idea se quedaría encerrada en aquella jaula espantosa, pero se le dejó escapar, escapó como las sonrisas más inocentes, quiso la libertad de los vivos, y vivió de la manera más dolorosa posible al lado de una mente un poco olvidada, convirtiéndola así, en frágiles conspiraciones y fuertes derrotas. Para todo se olían, para todo se veían, dormían con los ojos abiertos para nunca bajar la guardia, era la calamidad extrema multiplicada por dos, era lo más sencillo y humano posible, y a la vez un odio casi artístico.

Y se creyó que no sucedería, que la idea se quedaría encerrada en aquella jaula espantosa, pero se unió a una mente olvidada y dejó flores regadas, hermosas, luego tristes...después secas. Y sigue viviendo con  pasión,  no la dejará olvidada, ya le está enseñando a marcar historia, a ser recordada, le enseña con tortura psicológica, le enseña con amor al miedo, se amarán un día y serán capaces de silenciar su alboroto. Apenas aprenden, esperen un poco más.

sábado, 14 de abril de 2012

Escape.

Mienten, el pasado vive, y vivirá siempre, el pasado interesará en la infinidad y en la limitación, mienten , mienten, las imágenes no se fueron, la conciencia no las dejará en paz, mienten, mienten, todos son débiles con el pasado, todos ustedes...Mienten como el pasado.

jueves, 5 de abril de 2012

Y así una vez más.

Esa noche todo se perdió, todo se esfumó de su lugar en Roma, de su tarde en París, de su homogénea situación. -¿Para dónde se va la música de piano cuando no me encuentro?- pensó, y dirigió su mirada a la pared izquierda, -¿se va a allí?, no, de seguro se va a la pared derecha, no le caigo muy bien- dijo en voz baja sin ningún sentimiento de incongruencia. Su música de piano no estaba, y no fue hasta que ésta desapareció, cuando se dio cuenta de que siempre había sido su música de fondo, siempre había sido su lazo preferido, y que la extrañaba desesperadamente. No quiso llorar más por su estancia en aquella cama, la cual se entrometía entre ella y la relación amorosa que llevaba con Roma, así que decidió hacerle caso a su nueva situación. Más allá de su latente sentimiento de pérdida, se hallaba el ingenio, con el cual controlaría su presente suceso, sabía que la música de piano no había desaparecido nada más porque sí, algo había tocado tan profundo que logró llegar a su santuario musical, destruyendo a su huésped principal, y después recordó, -La pared derecha posee todo, la miraba cuando divagaba sin esperanza, me da miedo volver ahí, aunque…Mi piano.- Su piano la llevaría de regreso, de regreso al acontecimiento que la había hecho perderlo.

Así que regresó, de una noche pasó a otra, de Italia a Noruega, de Japón a su ciudad natal, y encontró el lugar de los hechos fraudulentos, y rara fue su reacción cuando se dio cuenta de que el lugar no era tangible, era estúpido, pero se encontraba presente en sus actividades diarias, sí, y la duda volvió, analizó letras y expresiones, calló su existencia por un momento y de nuevo pensó – Tontería más grande no podría cometer, me jodo mis noches por estupideces como esta, aunque…Han pasado años, ¿era necesario? Sólo quiero mi música de vuelta…- A este grado de la narración se han de estar preguntando qué es eso a lo que se refiere, ¿cierto? Pues digamos que, la razón si era tonta, sí era una estupidez, pero le hizo dudar, y se ha de tener compasión por las personas que dudan, la duda te exprime vitalidad, la duda no merece suceder. Y a eso habrá que añadir que su descubrimiento apareció sin buscar, y todas las noches se repetía a sí misma que no debía dudar…

Efectivamente, la pared derecha no era su amiga, la odiaba, pero tuvo que nadar cada vez más en sus aguas grisáceas, adentrarse a ellas sin miedo, y después de apretar su espíritu en el camino, llegó a donde se encontraba su música de piano; ésta se hallaba encarcelada, batalló un poco hasta que encontró la mitad de la llave en un remolino de arena, luego escarbó sin parar en busca de la otra, pero varios recuerdos e intentos después, se dio cuenta de que no hallaría la otra mitad, así que sólo rescató parte de la melodía de piano. Comprendió que pasaría los siguientes años sin la melodía completa, pero no le faltaría su piano, sabía que no podría descargar sus preguntas, porque eso terminaría en tragedia, así que sería dichosa con la mitad de su melodía, y la duda no la asustaría, al menos no siempre.

Sin embargo, dentro de su extraña situación, se confiaba en su destino, se confiaba en el destino como su salvación, ciertas personas le temen, pero realmente, ¿se tiene que temer? Ella cree fervientemente que no, el destino sabe lo mejor para su existencia y no le defraudará, aunque lo haga, sólo no dejará a la marea tocar sus pies, sí, sentirá al máximo, sí, lloverá en emociones, sí, será feliz, pero siempre con la certeza de que si algo le azota, ni siquiera perderá el equilibrio, no se sorprenderá, el destino le cuida y no permitirá que se ría de ella. La cuerda floja nunca fue más fácil de cruzar…

Así, después de acontecimientos encantados y guerras de caramelos nos encontramos con una confusa y extraña historia de otra de ellas, otra de letras sin un mensaje claro, sin un orden por seguir, porque, siendo honestos, el orden interno nunca ha sido muy popular, se necesitan palabras al por mayor para explicar, y agrada la idea de sólo aventar alucinaciones, atrapar pájaros inmóviles y oler la acera, oler el calor… oler una puerta.