jueves, 6 de diciembre de 2012
Desgaste.
viernes, 23 de noviembre de 2012
Menos.
jueves, 22 de noviembre de 2012
Silencio.
sábado, 3 de noviembre de 2012
martes, 30 de octubre de 2012
Allá.
sábado, 22 de septiembre de 2012
Límite...Límites.
Y si los sueños se hacen realidad, ¿ Por qué la felicidad me hace daño? por que recuerdos extranjeros me atacan, me usan, y me azotan, y me deshacen. ¿Saben por qué? me deshacen porque son vívidamente presentes, claros, y nadie los borra, por más feliz que seas, por más que ya no necesites de ellos, siguen TAN presentes. Y eso, eso es para morir.
jueves, 20 de septiembre de 2012
Muerte a tus letras.
Ahora te escribo a ti, sí, a ti, a tus historias les faltas tú.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Carta llena de gris.
No sé de dónde recogí este ir y venir, más nunca quedarse...Sólo sé que si pudiera elegir entre blanco y negro, escogería gris, que mi sabor se ha esfumado, que mis amigos me abandonaron, por que los sabotée, les fingí mi alegría y se dieron cuenta demasiado temprano. Me digo a mi misma que debo entender que tengo todo, pero ese todo ya no es algo, sino yo perdida, yo sin sentido. Yo con esta desigualdad, con esta malaventura.
sábado, 14 de julio de 2012
Verde olivo.
Cecilia no tenía ni siquiera que atentar contra su vida, se temía que llegara a querer suicidarse, pero ya estaba demasiado perdida, porque los que realmente desean acabar con sus vidas no están perdidos,ya que aún tienen el poder de decidir, Cecilia no, simplemente no. Si la mirabas te sentías ultrajado, su estado inspiraba invasión, sus sentimientos habían sido destrozados, y su cuerpo lleno de drogas se encontraba. No importaba el brillante cabello color rubio de Cecilia, ni sus hermosas manos detalladas con marfil, ni siquiera esos ojos, que a pesar de tener la apariencia de la dilatación, seguían siendo color verde olivo, hermosos, hubiera apostado que esos ojos eran lo único que ella necesitaba para ser feliz, libre, esos eran las criaturas mágicas para mí.
No había color en la vida de Cecilia, eso estaba claro, no realizaba ninguna actividad, el medicamento la tenía durmiendo casi todo el tiempo, despertaba, comida insípida, baños terribles, y nada de libertad ni bellas armaduras. Intentaron llevarle a un amigo de la familia vestido con una armadura de juguete acarreando un peluche llamado libertad, pero no funcionó, globos tampoco, fragancias en su cuarto menos, nada servía.
Próx:
La carta llena de gris.
Frambuesas en el palacio.
Por si acaso les interesan, gracias por leer.
martes, 26 de junio de 2012
Dirigido.
viernes, 22 de junio de 2012
jueves, 14 de junio de 2012
Las preguntas justificadas.
jueves, 7 de junio de 2012
Trágica simplicidad, segunda parte.
Así es...y después todo fue blanco, un destello catastrófico, que terminó por erradicar mi existencia, la que hasta ahora, había estado llena de disgusto, de enojo, y sí, ¿por qué no? de dolor. Había sido asesinada de la manera perfecta, por lo que más odiaba, desaparecí sin más. En un instante, aparecerían los colores en la fotografía y me acomodaría en algún rincón de esa casa, donde había decidido desde hace mucho tiempo que sería el lugar de mi funeral y entierro. Y tal como lo dije, la desconsiderada de Linda continúo tomándole fotos a la casa, sin importar que mi cadáver sonriente se escabullera por sus esquinas. Sabía que muy en sus entrañas le fascinaba mi infelicidad, era su bicho raro, experimentaba con mis sentimientos, ella soñadora, ella Linda.
¿Qué significa? ¡pero qué no significa! he logrado que se deshiciera de su amante, de su cómplice, así como ella logró que yo me deshiciera del mío, la vida, me siento a punto de explotar, es la lluvia de estrellas más delicada que haya observado desde los ojos de Linda, ahora tan vacíos, tan estremecedores, tan de locura y desesperación, no falta mucho, más bien, no falta nada. El viernes 26, Linda me mueve de mí rincón, y me pone en el refrigerador, junto a su primera cita. Ya sabe que soy yo, lo veo en su mirada desorbitada, sabe que soy yo, la causante de su desgracia, y me tiene presente, ahora soy un recuerdo extremadamente fuerte en su cabeza, hasta creo que tengo más poder que su primera cita. Ya estacionada donde debería estar, continúo con mi plan, otras dos semanas con dibujos "anónimos" y los últimos dos sentimientos que decidí enviarle fueron: Libertad y esperanza. Sí, los que mejor me representaban. Cuando la esperanza llegó a su buzón, Linda se derrumbó, eran los colores utilizados lo sé, los cuales lograron que Linda cayera, enfrente de su Reino, y llorara desconsoladamente sobre sus rodillas, sucedía, y yo desde mi cómodo lugar la miraba sufrir como la perra que era. Después....solamente destrucción.
Fotografías en pedazos, recuerdos ahogados en un mar de lágrimas envueltas de histeria, asesinato, ¡Asesinatos al por mayor! ¡allá iba José! su primer amor, por aquella mesita moría Catalina, su amiga de la infancia, ¡no olvidemos a Matías! el primer engaño...sus padres, su hermanita....Mutilados por la persona que más los amaba, y yo ...permanecía intacta, junto con mis dibujos. Ni nos rozó, ni nos miró, éramos su único recuerdo encendido, presente en llamas. Se miraba a la una vez espontánea Linda, hundiéndose en su propia rabia. Luego, la veo mirar mis dibujos, esboza una sonrisa Mona Lisa con el toque perfecto de perdición y terror, la alcanzó, la esquizofrenia la había alcanzado, mi trabajo era devolverle ese pasado del cual no tenía fotografías, y que dejara de ocultar su naturaleza detrás de una dulzura mentirosa, si lo vemos de mí lado, le hice un gran favor.
Linda, ahora canta la pobrecilla, completamente absorbida por mis dibujos, los toca y los besa, a lo mejor sintió que era lo único real en su ahora vívido abismo . Es cierto que ahí estoy inmóvil , muerta en mi fotografía, pero la verdad es que ando en parques, bosques y casitas muy hogareñas, más viva que Linda , ya no es nada de lo que una vez fingió ser, Linda es ella, sólo ella. No más recuerdos felices, ni su gran sonrisa, ¡ni fotografías! que tanto me lastimaban, sólo queda mi creatividad, mía, quedo yo y la casa que desde un principio debió ser mi tesoro. Lo logré.
domingo, 27 de mayo de 2012
Antes y después de todo.
Sebastián.
martes, 22 de mayo de 2012
Ese sentimiento.
Trágica simplicidad.
jueves, 10 de mayo de 2012
Dulce manía.
lunes, 30 de abril de 2012
Adicción.
viernes, 27 de abril de 2012
Como tú, como yo.
domingo, 22 de abril de 2012
Sin título.
sábado, 14 de abril de 2012
Escape.
jueves, 5 de abril de 2012
Y así una vez más.
Esa noche todo se perdió, todo se esfumó de su lugar en Roma, de su tarde en París, de su homogénea situación. -¿Para dónde se va la música de piano cuando no me encuentro?- pensó, y dirigió su mirada a la pared izquierda, -¿se va a allí?, no, de seguro se va a la pared derecha, no le caigo muy bien- dijo en voz baja sin ningún sentimiento de incongruencia. Su música de piano no estaba, y no fue hasta que ésta desapareció, cuando se dio cuenta de que siempre había sido su música de fondo, siempre había sido su lazo preferido, y que la extrañaba desesperadamente. No quiso llorar más por su estancia en aquella cama, la cual se entrometía entre ella y la relación amorosa que llevaba con Roma, así que decidió hacerle caso a su nueva situación. Más allá de su latente sentimiento de pérdida, se hallaba el ingenio, con el cual controlaría su presente suceso, sabía que la música de piano no había desaparecido nada más porque sí, algo había tocado tan profundo que logró llegar a su santuario musical, destruyendo a su huésped principal, y después recordó, -La pared derecha posee todo, la miraba cuando divagaba sin esperanza, me da miedo volver ahí, aunque…Mi piano.- Su piano la llevaría de regreso, de regreso al acontecimiento que la había hecho perderlo.
Así que regresó, de una noche pasó a otra, de Italia a Noruega, de Japón a su ciudad natal, y encontró el lugar de los hechos fraudulentos, y rara fue su reacción cuando se dio cuenta de que el lugar no era tangible, era estúpido, pero se encontraba presente en sus actividades diarias, sí, y la duda volvió, analizó letras y expresiones, calló su existencia por un momento y de nuevo pensó – Tontería más grande no podría cometer, me jodo mis noches por estupideces como esta, aunque…Han pasado años, ¿era necesario? Sólo quiero mi música de vuelta…- A este grado de la narración se han de estar preguntando qué es eso a lo que se refiere, ¿cierto? Pues digamos que, la razón si era tonta, sí era una estupidez, pero le hizo dudar, y se ha de tener compasión por las personas que dudan, la duda te exprime vitalidad, la duda no merece suceder. Y a eso habrá que añadir que su descubrimiento apareció sin buscar, y todas las noches se repetía a sí misma que no debía dudar…
Efectivamente, la pared derecha no era su amiga, la odiaba, pero tuvo que nadar cada vez más en sus aguas grisáceas, adentrarse a ellas sin miedo, y después de apretar su espíritu en el camino, llegó a donde se encontraba su música de piano; ésta se hallaba encarcelada, batalló un poco hasta que encontró la mitad de la llave en un remolino de arena, luego escarbó sin parar en busca de la otra, pero varios recuerdos e intentos después, se dio cuenta de que no hallaría la otra mitad, así que sólo rescató parte de la melodía de piano. Comprendió que pasaría los siguientes años sin la melodía completa, pero no le faltaría su piano, sabía que no podría descargar sus preguntas, porque eso terminaría en tragedia, así que sería dichosa con la mitad de su melodía, y la duda no la asustaría, al menos no siempre.
Sin embargo, dentro de su extraña situación, se confiaba en su destino, se confiaba en el destino como su salvación, ciertas personas le temen, pero realmente, ¿se tiene que temer? Ella cree fervientemente que no, el destino sabe lo mejor para su existencia y no le defraudará, aunque lo haga, sólo no dejará a la marea tocar sus pies, sí, sentirá al máximo, sí, lloverá en emociones, sí, será feliz, pero siempre con la certeza de que si algo le azota, ni siquiera perderá el equilibrio, no se sorprenderá, el destino le cuida y no permitirá que se ría de ella. La cuerda floja nunca fue más fácil de cruzar…
Así, después de acontecimientos encantados y guerras de caramelos nos encontramos con una confusa y extraña historia de otra de ellas, otra de letras sin un mensaje claro, sin un orden por seguir, porque, siendo honestos, el orden interno nunca ha sido muy popular, se necesitan palabras al por mayor para explicar, y agrada la idea de sólo aventar alucinaciones, atrapar pájaros inmóviles y oler la acera, oler el calor… oler una puerta.